De la paranoia en los aeropuertos

El otro día leía en microsiervos sobre la opinión de unos pilotos sobre la seguridad en los aeropuertos, y hoy me he pasado doce horas en uno por una mezcla de incompetencia de Easyjet (cada día estoy más harto de ellos) y la paranoia de los vigilantes de seguridad en Londres Stansted. En total me han tenido haciendo cola cincuenta minutos para conseguir la tarjeta de embarque y otros cincuenta para pasar la seguridad (porque los guardias tenían que cacheara incluso a una madre con su hijo de la mano, en fin...). Lo mejor del caso ha sido que en la puerta de embarque no han tenido en consideración el follón que habían montado en facturación y el avión ha salido a su hora (cosa que casi nunca pasa con Easyjet) dejándonos a unos cuantos en tierra. A partir de ahí.... bueno, doce horas tirado.

Y con todo este tiempo, me ha dado por reflexionar, primero, sobre la importancia de las formas en un servicio de atención al cliente, las tres primeras veces que me he acercado a hablar con la gente de Easyjet después de quedarme en tierra, me han atendido con la típica suficiencia de "sí, ya, bueno, o sea que ha perdido el vuelo, ya veo...", lo que lógicamente no ayudaba a que se me pasara el enfado, y más aún porque como le he insistido "YO ESTABA A MI HORA!!!". En fin, finalmente me he encontrado con una persona que ha mostrado comprensión hacia la situación creada y pese a que no ha podido hacer nada más que los anteriores, a mi me ha servido para dejar de sentirme completamente ignorado y me ha aliviado considerablemente, vaya que en casos como estos creo que es mucho más importante la forma que lo que realmente pueda hacer la persona que te atiende (que es probablemente muy poco por que la compañía se habrá encargado de cubrirse las espaldas).

Y la otra reflexión ha sido para la seguridad, cuanto van a durar unas, en teoría, medidas excepcionales de seguridad? Van a ser ya para siempre? O alguien va a finalmente darse cuenta que toda esa molestia es inútil a efectos prácticos y sólo genera una falsa sensación de seguridad (a parte de unas increíbles molestias). Y eso por no hablar de lo que se comenta en microsiervos o lo que leía en el METRO de Londres, que si se quiere hacer un atentado, la concentración a día de hoy en las terminales es muy preocupante (y las medidas extremas de seguridad aumentan esas concentraciones). O el porque todos los demás medios de transporte pueden funcionar con una seguridad normal? O la que para mi es la pregunta clave, si los terroristas nos obligan a cambiar nuestra forma de viajar (no llevando líquidos por ejemplo), no han conseguido ya su objetivo? En fin, cuando acabará la paranoia?